La Radiofrecuencia

Ablación por Radiofrecuencia

Herramienta Terapéutica.

La radiofrecuencia es un procedimiento analgésico que tiene como objetivo producir calor en el tejido afectado para disminuir o eliminar el dolor. Esta técnica se utiliza en la Unidad del Dolor desde hace varios años, pero se ha ido perfeccionando durante la última década, especialmente en su efectividad y seguridad.

De forma histórica, desde hace décadas ha sido utilizada para el tratamiento del dolor lumbar. Por un lado, los buenos resultados obtenidos con la técnica y, por otro lado, algunos avances en la misma hacen que pueda ser usada en nervios donde antes no era posible, ser aplicada en innombrables causas de dolor, especialmente en el aparato locomotor.

Los principios de radiofrecuencia consisten en la aplicación de una fuente de electricidad aplicada a un electrodo aislado en el cual se encuentra una punta activa en la parte distal que debe situarse cerca de la raíz nerviosa.

La impedancia eléctrica del tejido circundante permite el flujo de corriente a éste, los tejidos del cuerpo complementan el circuito y los flujos de corriente de la radiofrecuencia a través del tejido producen un campo eléctrico que crea una fuerza eléctrica en los iones del tejido, lo que produce en ellos un movimiento rápido y fricción. La dispersión de la corriente iónica calienta el fluido. El calor producido por la energía de radiofrecuencia se genera en los tejidos y se capta en la punta activa del electrodo, no a la inversa.

Radiofrecuencia Coolief
Radiofrecuencia Coolief

El procedimiento consiste en el paso de una corriente de alta frecuencia a través de una cánula en la que sólo aumenta la temperatura en la parte de la punta, de entre 2 y 4 mm. Así pues, el calor que transmite la cánula se aplica al punto a tratar, normalmente un nervio sensitivo causante del cuadro de dolor, de modo que se interrumpe la transmisión de este dolor. El tratamiento se lleva a cabo bajo anestesia local y sedación, así que es confortable y no es doloroso.

TIPOS DE RADIOFRECUENCIA

Existen dos formas de crear un campo de radiofrecuencia sin crear niveles lesivos de calor: 1) utilizando la radiofrecuencia convencional e impidiendo que la temperatura en la punta activa de electrodo exceda los 42 °C; y 2) de forma alternativa, donde existe la posibilidad de aplicar pulsos de radiofrecuencia. Cuando se utilizan estos últimos, los periodos silentes entre ciclos se emplean en eliminar el calor –por conductividad y por el efecto de la vascularización– que se ha creado durante las partes activas del ciclo.

Equipo-de-Radiofrecuencia-Halyard
Equipo de Radiofrecuencia Halyard y Coolief

Hoy existe experiencia reportada exitosamente con las dos variedades de RF en la clínica: la RF pulsada y la RF térmica clásica; ambas inducen destrucción tisular dependiente de la distancia al tejido requerido.

Radiofrecuencia convencional (RF): también llamada radiofrecuencia térmica, elimina el dolor causando lesión por el calor, mediante una corriente de baja energía con altas frecuencias, eleva la temperatura a los 80ºC para interrumpir la transmisión del dolor.

Radiofrecuencia pulsada (RFP): interrumpe la corriente para controlar la temperatura y suprimir el calor en el tejido. La temperatura máxima alcanzada es de 40-42 º C en un tiempo corto. La radiofrecuencia pulsada crea una modulación nerviosa, reduciendo significativamente la inflamación y sus síntomas asociados. Tiene como ventaja que no es destructiva, por lo que puede estar indicada en casos donde la radiofrecuencia convencional no puede usarse.

Esta técnica alternativa, la radiofrecuencia pulsada (pRF) guiada por tomografía computarizada –TC– aplica energía a través de un electrodo bajo la guía de TC a la parte del nervio responsable de enviar señales de dolor. La radiofrecuencia pulsada crea una modulación nerviosa, reduciendo significativamente la inflamación y sus síntomas asociados.

Se ha podido demostrar que los resultados obtenidos con la aplicación de pRF guiada por TC es superior a la estrategia de sólo aplicar inyección. Los pacientes experimentan una mejoría en el dolor y la discapacidad en un tiempo relativamente corto, lo que redunda en una rápida recuperación, pudiendo afirmar, que luego de un año de tratamiento la recuperación asciende a un 95% en comparación con el 61% de los que siguen tratamientos convencionales, inclusive aquellos a los que se les ha aplicado inyecciones de corticosteroides.

Sí la radiofrecuencia pulsada va seguida de una inyección de esteroides, el resultado es más duradero y más eficaz que la inyección solamente. El efecto de la radiofrecuencia pulsada es rápido y sin eventos adversos. De las diferentes terapias disponibles, la radiofrecuencia pulsada se encuentra entre las menos invasivas. El tratamiento dura pocos minutos y en muchos casos es suficiente una sesión.

INDICACIONES DE LA RADIOFRECUENCIA

Dentro del campo de la medicina, las aplicaciones relacionadas con la radiofrecuencia son múltiples, las más comunes que se encuentran en el campo del dolor tenemos:

  • En la columna vertebral: cervical, dorsal, lumbar, patología artrósica, lesiones vertebrales.
  • Dolor facetario (articulaciones vertebrales)
  • Dolor por artrosis de cadera, rodilla y hombro
  • Dolor discogénico: hernias de disco, ciática
  • Dolor tras cirugía de la columna vertebral
  • Dolor en articulación sacroiliaca (entre el sacro, el ilion y el coxis)
  • Síndromes de dolor regional complejo con dolor mantenido por el sistema nervioso simpático
  • Neuralgia esencial del trigémino
  • Ciertos casos de migraña
  • Dolor en territorios de los nervios periféricos: intercostales, supraescapular, nervio pudendo, dolor abdominal, etc.
  • Dolor en determinados puntos dolorosos (puntos gatillo)

EL DOLOR CRÓNICO Y LA RADIOFRECUENCIA

El dolor crónico tiene una etiología multifactorial y se considera crónico cuando excede el tiempo esperado de recuperación y la inhabilidad del cuerpo de recuperar funciones fisiológicas a niveles normales. Requiere tratamiento multidisciplinario y esto abarca desde los manejos farmacológicos y los no farmacológicos, hasta los tratamientos intervencionistas, que para mejorar la calidad de vida de estos pacientes requieren de equipo específico y habilidades técnicas especiales por parte de los especialistas en el campo.

El dolor crónico es un síndrome complejo que va a requerir de una información precisa y completa que permita realizar una evaluación previa y que señale el mejor tratamiento posible. Intentar que desaparezca la sensación dolorosa por medio de procedimientos mínimamente agresivos pero que logren regularizar los sistemas de transmisión del dolor, es el objetivo de las Unidades del Tratamiento del Dolor (UTD). Para lograrlo, se aplican técnicas específicas, que pueden ir desde la radiofrecuencia, hasta los tratamientos farmacológicos, sin olvidar aquellas terapias basadas en el bloqueo de los nervios que transmiten la sensación dolorosa. Como ejemplo de los avances conseguidos en este campo en los últimos años, hay que destacar el uso de neuroestimuladores, colocados bajo la piel, capaces de generar impulsos eléctricos que frenen la sensación de dolor antes de que la persona la sufra. Sin duda, avances importantes en el objetivo prioritario de conseguir una vida sin dolor.

El origen, en general del dolor es la activación, debido a diferentes problemas de sensores localizados en muchas partes de nuestro organismo y la transmisión desde estos, por una compleja red nerviosa, hasta el cerebro.

Sus objetivos, además de mejorar la calidad de vida, es también mejorar la funcionalidad, disminuir el dolor, abatir costos, satisfacer al usuario y disminuir las complicaciones. La radiofrecuencia (RF) es una de las herramientas disponibles para el manejo del dolor crónico; se utiliza desde principios del siglo XX, con diversidad de indicaciones y grado de éxito. Se le considera como un procedimiento percutáneo de mínima invasión para pacientes que no responden apropiadamente al tratamiento convencional.

La neurotomía por radiofrecuencia utiliza el calor generado por las ondas radioeléctricas para dirigirse a esos nervios específicos e interfiere temporalmente en la capacidad de enviar señales de dolor.

Ablación por Radiofrecuencia
Ablación por Radiofrecuencia

Las agujas insertadas a través de la piel cerca del área dolorida aplican las ondas radioeléctricas a los nervios específicos. El médico utilizará exploraciones de diagnóstico por imágenes durante la neurotomía por radiofrecuencia para asegurarse de que las agujas estén en la posición correcta.

EFECTOS COLATERALES DE LA RADIOFRECUENCIA

Si la técnica se lleva a cabo en manos de un experto y siguiendo consejos de seguridad, tiene muy pocos efectos. La intervención ha de practicarse en un quirófano para mantener la asepsia (ausencia de gérmenes que puedan provocar una infección), y con la seguridad de ver exactamente la zona donde se introduce la cánula, es decir, bajo control radiológico o ecográfico. Al ser una técnica física, existen las molestias de la infiltración (por la anestesia local y la sedación, que son mínimas. En el caso de no controlar la inserción de la cánula, otra complicación podría ser una punción no deseada en otra estructura o en un vaso y provocar un hematoma.

Para reducir la probabilidad de complicaciones, una técnica de seguridad es comprobar la estimulación motora y sensitiva una vez se tiene la cánula en la ubicación adecuada y controlada radiológicamente. Con unas preguntas al paciente y antes de proceder a realizar la radiofrecuencia, se practica una estimulación en la que el paciente nota un hormigueo (parestesias) en la zona donde habitualmente siente el dolor, lo que significa que la cánula está en posición adecuada.

CONCLUSIÓN

En el momento actual y en manos entrenadas en el manejo intervencionista del dolor, se considera una técnica segura y eficaz en el tratamiento del dolor crónico con una baja incidencia de complicaciones. Es un método seguro, con buena tasa de éxito, en donde el tamaño de la lesión se determina por la temperatura; efectivo en el dolor mediado por el sistema simpático y en el de origen somático, además de su aplicación en el tratamiento de disestesias y síndromes dolorosos neuropáticos; sin olvidar sus aplicaciones en la ablación de metástasis tumorales.

Las ventajas de la ablación por radiofrecuencia, en comparación con la cirugía, incluyen menor morbilidad, menor tiempo de procedimiento, tratamiento ambulatorio en gran proporción de casos y actualmente la capacidad de tratar a los pacientes que son pobres candidatos a procedimientos quirúrgicos.

32 comentarios en «La Radiofrecuencia»

  1. Hola mi papá tiene dolor crónico después de una artroplastia total de rodilla tiene 80 años y no cede el dolor con analgésicos me recomendaron hacer una radiofrecuencia de nervios geniculados, el doctor haría el procedimiento solo requiere el equipo me puede enviar el costo por la renta de equipo por favor y gracias.

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